“No debemos creer ciegamente lo que nos diga la inteligencia artificial”
Barcelona ha protagonizado el lanzamiento del proyecto AI4EU (Inteligencia Artificial para la Unión Europea). ¿Cómo poner a disposición de la investigación científica y la innovación la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial (IA) se ha desarrollado mucho en los últimos años, a pesar de ser ya un concepto con cierta veteranía. China, Rusia o Estados Unidos están invirtiendo grandes cantidades de dinero en su investigación y ahora la Unión Europea no quiere quedarse atrás. Por eso han puesto en marcha un nuevo proyecto: Inteligencia Artificial para la Unión Europea, AI4EU.
Barcelona ha sido la ciudad escogida para dar el pistoletazo de salida de este ambicioso programa. Durante tres días 79 entidades de la Unión Europa, de 21 países diferentes y entre las cuales había 60 centros de investigación punteros, han debatido sobre las medidas necesarias para poner a disposición de los usuarios los recursos basados en esta tecnología que faciliten la investigación científica y la innovación, analizar las necesidades de investigación futura en este campo y desarrollar un observatorio de ética.
“Quien domine este campo será quien domine también el mercado del futuro. Actualmente la Inteligencia Artificial es fundamental en el desarrollo de cualquier industria. Por eso es importante invertir en este campo e iniciativas como esta son de gran trascendencia” explica a Diario Médico Alfonso Valencia, director del departamento de Ciencias de la Vida en el Centro de Supercomputación de Barcelona uno de los organizadores de la cita junto con la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech. “Sin embargo España necesita todavía un Plan Nacional de IA que nos permita ser competitivos. Hay que acelerar en este sentido”.
Los integrantes de la iniciativa se han comprometido a crear una plataforma de IA a la carta para facilitar a los usuarios conocimientos, algoritmos y herramientas de inteligencia artificial y potencia de cálculo. Junto con el observatorio de ética también se ha puesto en marcha la Fundación AI4UE, para garantizar la sostenibilidad del proyecto a largo plazo, y se ha definido la hoja de ruta en investigación, desarrollo e innovación para los próximos 10 años en Europa de la IA.
Aplicación en salud
Uno de los ámbitos en los cuales la IA puede llegar a tener un gran impacto es precisamente en el de las ciencias de la vida. Aunque la bioinformática es una disciplina que cuenta con más de 20 años de existencia, lo cierto es que los últimos tres es cuando se ha producido un desarrollo técnico más importante sobre todo gracias a los avances en las redes neuronales profundas.
“Existen toda una serie de áreas en las que los especialistas van a tener una gran ayuda gracias a la aplicación de la IA. Desde predecir la estructura que adoptarán las proteínas para el desarrollo de la biología molecular hasta el diagnóstico de arritmias en el campo de la cardiología. Ya hay más de 20 procedimientos de este tipo aprobados como válidos y cuya eficacia se ha demostrado de forma científica” continúa Alfonso Valencia.
Las ayudas en el campo del diagnóstico gracias a la IA son cada vez más evidentes, aunque el papel del especialista sigue teniendo una gran importancia. “No nos hemos de creer ciegamente lo que nos diga la IA y estamos todavía lejos de que pueda llegar a sustituir a los profesionales. Pero sí que es cierto que supondrá una gran ventaja y el tiempo que hasta ahora se dedicaba al estudio de las pruebas para el diagnóstico podrá ser empleado en otras cosas” prosigue Valencia.
Caminos inexplorados
Una de las ventajas de la IA es que permite romper muchas veces con la lógica que guía el razonamiento en los seres humanos. Así es posible que alcance soluciones que de otra forma pasarían inadvertidas. “Se comprobado en experimentos con el juego de go esta habilidad para encontrar caminos nuevos. Las máquinas que se entrenaban solo con las reglas del juego eran capaces de sorprender a los especialistas mucho más que aquellas que además de las reglas eran adiestradas con partidas de humanos previas. Es una nueva forma de pensar”.
“En medicina estamos todavía en una fase primitiva”
Además de la ayuda en el diagnóstico, la IA también está avanzando en el campo de la cirugía robótica, como una ayuda importante para evitar que se produzcan errores humanos durante las intervenciones. Este sin embargo es todavía un campo bastante inexplorado y Valencia propone un símil para entenderlo. “Cuando se desarrollaron los primeros automóviles no había ninguna ayuda para su conducción. Luego se fue desarrollando la dirección asistida, la alerta de proximidad, los frenos ABS, etc. Aun falta para la conducción automatizada pero vamos en ese camino. En medicina estamos todavía en una fase más primitiva”.
“Al final todos estos sistemas no van a dejar sin trabajo a los profesionales, simplemente van a desplazar parte del trabajo y van a ser sistemas que nos ayuden a hacerlo todo de una forma más eficaz, segura y sostenible” añade Alfonso Valencia. “Aunque tampoco debemos olvidar problemas asociados a su desarrollo como es el de la ética, ya que van a plantearse debates nuevos. Pero no hay que tenerles miedo y si estar al tanto de lo que pueda suceder entendiendo que es una nueva potencialidad muy importante”.
Miguel Ramudo. Barcelona
14 enero, 2019